Aunque las compañías de seguros de automóviles son responsables de responder económicamente en incidentes causados por sus asegurados, no debemos olvidar que son un negocio y buscan maximizar sus ganancias. Esto significa que, en los casos donde deben pagar a las personas lesionadas, tratarán de utilizar tácticas y estrategias para ofrecer la menor compensación posible.
A continuación, te compartimos las 3 estrategias más comunes que utilizan para lograrlo:
Ofrecer una Suma Inicial Atractiva
Una táctica frecuente es ofrecer una compensación que, a primera vista, parece atractiva. Esto puede dar la impresión de que están siendo generosos, pero es probable que esa cantidad no cubra todos los gastos relacionados con tu accidente.
Es fundamental que antes de aceptar cualquier oferta, calcules todos los daños y pérdidas que sufriste debido a la lesión, incluidos costos médicos, reparaciones de vehículos, pérdida de salario y posibles gastos futuros. Aceptar la primera oferta podría dejarte con gastos no cubiertos a largo plazo.
Retrasar el Proceso de Reclamación
Otra estrategia común es retrasar deliberadamente el proceso de tu reclamación. Esto tiene como objetivo que la parte demandante se frustre y, ante la presión económica, acepte una oferta desfavorable, ya que necesita el dinero para cubrir los gastos inmediatos y no puede permitirse esperar más tiempo.
Para evitar caer en esta táctica, asegúrate de llevar un registro detallado de todas las comunicaciones con la aseguradora y documenta cualquier demora en el proceso.
Minimizar el Daño Emocional y el Sufrimiento
Muchas aseguradoras intentan minimizar los daños emocionales y psicológicos para evitar pagar compensaciones por este tipo de sufrimiento. Aunque estos daños pueden ser difíciles de cuantificar, es crucial reconocer que pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de la víctima.
Mantén un registro de los informes de terapeutas, psiquiatras y cualquier otro profesional de la salud mental que te haya tratado después del accidente para respaldar tu reclamación por daños emocionales.
Estas tácticas están diseñadas para aprovecharse de las personas que no tienen experiencia en el sistema legal ni conocimientos sobre el derecho de lesiones personales. Por este motivo, es esencial contar con un equipo legal experimentado que te ayude a proteger tus derechos y que sepa cómo enfrentar a las aseguradoras.
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