Aproximadamente 7 de cada 1.000 bebés en los Estados Unidos corren el riesgo de nacer con algún tipo de lesión congénita. Si se tiene en cuenta los millones de niños que nacen cada año, esta cifra se vuelve bastante significativa, en especial cuando muchas de estas lesiones pueden atribuirse a negligencia o mala praxis médica.
En términos generales, la mala praxis médica incluye todo error en un procedimiento médico cometido por un profesional. Cuando el desempeño de las funciones de un profesional no sigue prácticas habituales, se considera que éste actúa de forma negligente. Entre las negligencias comunes relacionadas con el parto se incluyen:
- Errores quirúrgicos
- Diagnósticos erróneos
- Errores de enfermería
- Errores de prescripción
Una madre necesita una atención prenatal adecuada para vigilar el embarazo y detectar cualquier riesgo o peligro. Si el médico no toma las medidas necesarias, puede producir una lesión grave en el parto. Esto se vuelve especialmente sensible en relación con el bebé, siendo una posibilidad desafortunadamente alta que una lesión causada por negligencia tenga consecuencias más permanentes para este.
Si bien muchas lesiones no resultan en señales claramente visibles (como huesos rotos, convulsiones, fracturas, etc.), es prudente que tomes cualquier anomalía como llanto excesivo, problemas estomacales, o fallas respiratorias como una señal de una posible lesión.
Lo mejor en estos casos es acudir al médico inmediatamente, porque hay otros signos que el niño no puede comunicar a los padres, como náuseas, problemas de visión y audición o dolor crónico. Algunos síntomas pueden tardar semanas, meses o incluso años en manifestarse. Es posible que sólo te des cuenta de ellos cuando el niño empiece a experimentar problemas en su desarrollo al momento de gatear, andar o hablar.
Una madre embarazada y su bebé son especialmente vulnerables durante el embarazo, el parto y el posparto. Es por esto que confiamos en profesionales como obstetras, enfermeras y anestesistas para que cuiden de nuestros familiares. Pero cuando estos profesionales se vuelven negligentes en sus obligaciones, los resultados pueden ser catastróficos. Si crees que un acto de negligencia ha provocado lesiones en el parto de tu hijo, contáctanos hoy para obtener una revisión gratuita de tu caso.