Los accidentes personales muchas veces dejan lesiones físicas que suelen llevarse la mayor atención, pero también se deben considerar los impactos en la salud mental. Estos casos no deben subestimarse ya que pueden tener consecuencias significativas y duraderas en las víctimas.
A continuación, conoceremos algunas de las repercusiones psicológicas que pueden sufrirse luego de un accidente:
- Estrés Postraumático Es una condición grave que se desarrolla luego de vivir un evento traumático. Esto puede ocasionar flashbacks, pesadillas y ansiedad severa que dificulta la vida diaria de la víctima.
- Ansiedad y Depresión Las lesiones físicas, como la pérdida de la movilidad, la capacidad para trabajar y no poder realizar las actividades cotidianas, pueden sumergir a la víctima en sentimientos de desesperanza y tristeza profunda.
- Trastornos del Sueño El dolor físico y emocional pueden interferir con la capacidad de dormir, causando insomnio o sueño interrumpido. Esto agrava otros problemas de salud mental y física.
- Aislamiento Social Las lesiones a menudo afectan la capacidad de interactuar con amigos, familiares y compañeros de trabajo, lo que ocasiona aislamiento social y soledad.
Estrategias para manejar el impacto mental de un episodio traumático
En estos casos, se pueden adoptar estrategias para mitigar y manejar el impacto mental del episodio traumático y sus consecuencias físicas:
- Buscar Apoyo Profesional En primer lugar, consultar a un especialista en salud mental para que pueda proporcionar las herramientas necesarias para enfrentar el trauma y la ansiedad.
- Grupos de Apoyo Hablar con personas que hayan experimentado situaciones similares, compartir experiencias y recibir consejos sobre qué les funciona a ellos puede ayudar en la recuperación, al mismo tiempo que se sienten acompañados mutuamente.
- Actividades de Autocuidado Ponerse a uno mismo primero es esencial. El ejercicio, la meditación y el tiempo con seres queridos pueden mejorar la salud mental.
- Mantener una Rutina Establecer una rutina en la cual te sientas seguro y cómodo te brindará un sentido de normalidad y control en momentos de incertidumbre.
Si tú o alguna persona cercana sufrió un accidente, debes estar atento a distintos signos que pueden estar indicando que algo está mal. Por ejemplo, cambios en el estado de ánimo como irritabilidad, tristeza o llanto, pérdida de interés en actividades que solías disfrutar, problemas de concentración en tareas diarias y cambios en los hábitos de sueño y alimentación.
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