Los accidentes automovilísticos son una ocurrencia desafortunadamente común en las carreteras de California, con frecuencia resultando en lesiones físicas y pérdidas monetarias.
Sin embargo, el impacto de este tipo de accidentes puede ir más allá de las pérdidas físicas, pudiendo afectar en gran medida la salud y bienestar mental de las partes afectadas. Aunque existe una tendencia a restarle importancia a estos, los efectos psicológicos de un accidente pueden ser bastante severos, por lo que las protecciones legales que puedes obtener luego de un accidente los toman en cuenta al momento de buscar compensación.
Muchos sobrevivientes de accidentes automovilísticos experimentan algún tipo de trauma emocional. Con frecuencia, estos traen consigo síntomas de una lesión cerebral que podría afectar la vida de una persona permanentemente.
Trauma y trastorno de estrés postraumático (TEPT): dada la naturaleza repentina de un accidente, es común que las personas afectadas desarrollen algún tipo de respuesta traumática. Algunos síntomas de esta condición pueden incluir regresiones al momento del accidente, pesadillas y ansiedad severa. El trastorno de estrés postraumático puede interferir con la vida diaria, haciendo que incluso las tareas rutinarias, en especial aquellas que puedan recordar a la víctima de su accidente, sean un desafío.
Ansiedad y depresión: El miedo y la incertidumbre asociados con una colisión pueden provocar ansiedad continua, al punto en el que esta puede llegar a causar limitaciones físicas y cambios negativos en el estilo de vida de la persona afectada. La aparición de estas condiciones supone un reto para la recuperación total de la persona afectada, por lo que pueden requerir atención y tratamiento médico especializado.
Efectos emocionales a largo plazo: El impacto emocional de un accidente automovilístico no siempre desaparece con el tiempo, pudiendo manifestarse en síntomas como ansiedad crónica, fobias relacionadas con la conducción y una disminución general de la calidad de vida de la persona afectada.
Cuando alguien sobrevive a un accidente traumático u otro acontecimiento, es difícil predecir los efectos que este tendrá a largo plazo. especialmente en términos de daños emocionales. Es por esto que es mejor ser precavido y asumir que toda lesión psicológica será lo suficientemente grave como para requerir tratamiento médico profesional.